Cuando se Pone, El Madrid es el Madrid

El derbi de España es el Madrid-Atleti. Que me perdonen en Sevilla (el más caliente), en Galicia (el segundo más caliente) o en Asturias (el tercero más caliente). El Barça-Espanyol casi ni lo cuento, y del resto poca chicha, pero un Madrid-Atleti son palabras mayores. ¿Por qué? Ahí voy.

Uno. Son equipos que juegan de tú a tú al más alto nivel, en España y en Europa. Hace un par de décadas en el Bernabéu se llegó a leer: «Se busca rival digno para derby decente». Esa época del Atlético looser pasó, por suerte. Ahora es un equipo con oficio, talento y galones para mirar a la cara a cualquier equipo.

Dos. El volumen de hinchas. Un amigo me suele recordar que a España la vertebra el antimadridismo. Eso no es verdad, la vertebra el madridismo (a veces silencioso) de miles de fans que convierten al Real Madrid, de largo, en el equipo más seguido. A diferencia del derby catalán, el Atlético es mucho más que el Espanyol, es más que un hermano pequeño.

Y tres. Simeone vs Zidane. Vaya dos entrenadores. A los haters del francés, decirles que solo con tener flor no se ganan tres champions seguidas. Un mito, una leyenda del fútbol y del Madrid, entrenando al equipo que le queda como anillo al dedo. Y de Simeone se puede decir algo parecido. Pocas veces se ha visto a un mister que cambie de esa forma el futuro de un equipo. ¿Quién se acuerda ya de Gregorio Manzano?

Asi que a disfrutar. Lo de este sábado (Valdebebas, 21.00) es un choque de altos vuelos. Puede que no sea el mejor Atleti del último lustro, no es seguro el mejor Madrid de la última década, pero vienen a tope de moral tras lo visto en Champions, especialmente los blancos. El Madrid ha dado un puñetazo encima de la mesa y en un partido, en una sola noche, en un solo dia de mediados de diciembre, le ha cambiado la cara al curso: ya en octavos de champions, con un sorteo asequible para pasar a cuartos por primera vez desde 2018, y lanzado al derby.

Las sensaciones del Atlético en Salzburgo, a pesar del triunfo, fueron peores, pero tiene ante sí, ahora, un encuentro que puede marcar un antes y un después en La Liga. Dejar al Barça a 12 puntos (como mínimo) y al Madrid a 9 (con un partido menos para los colchoneros) es casi para dejar encargada media copa de Campeón de Liga. Ni los más cholistas se habrían imaginado este escenario.

Karim Benzema y Joao Felix. Para mí, los dos grandes protagonistas del derbi. Para que el Madrid pueda aspirar a hacer algo grande este año necesita (aparte de un buen puñado de cosas) de la mejor versión del francés. Apareció ante el Gladbach, veremos este sábado. Y Joao Felix es, para mí, el jugador de La Liga hasta el momento. Con un Barça de tono mortecino y un Madrid que va a ráfagas, el luso es alegría para una Liga cada vez más escasa de talento. Tiene una gran oportunidad este sábado de decir al mundo entero quién manda, a nivel individual, en La Liga.

Mi apuesta es que gana el Madrid. Está demostrando recientemente que cuando quiere, puede. Pudo en el Camp Nou, pudo en el Pizjuán, y pudo ante el Gladbach superando los fantasmas de una eliminación que habría sido estruendosa. Sin embargo, necesitará de la misma versión decidida del miércoles porque si no, y se ha demostrado, el Atlético muerde. Y ahora lo hará más que nunca.