Thiem, El Líder del Futuro
Por Álvaro Benito López – Brea – Periodista deportivo y colaborador en Mister Underdog
En el momento de escribir esta entrada, Djokovic y Nadal están en problemas para meterse en las semis de las ATP Finals que se están disputando en Londres. Los tiempos están cambiando, aunque sea muy poco a poco. Pasemos a explicarlo. Dominique Thiem es el tenista llamado a liderar el circuito cuando el Big3 cuelgue la raqueta. Por duro que parezca, ese momento llegará. El martes derrotó a Nadal en un partido majestuoso, brillante. Los dos mejores tenistas del mundo en tierra batida dando una exhibición de juego en superficie dura indoor. Habría que ver si los dos mejores tenistas del mundo en dura harían lo mismo en red clay.
Daniil Medvedev es, por condiciones, el favorito a ganar las ATP Finals. No es el mejor tenista, pero sí el que cuyo juego se adapta mejor a la pista de Londres. Tiene una derecha destartalada, un cuerpo larguirucho que parece que se va a romper en mil pedazos en cualquier momento, pero posee instinto, cabeza y juego. Ni siente ni padece. Alto, con unos brazos eternos, cuando se pone en plan robocop es casi inalcanzable. En modo máquina, es imparable. ¿Y de Djokovic y Nadal qué podemos contar?
El serbio lleva un año raro, ya lo apuntábamos la semana pasada. Hoy por hoy, creo que se cree mejor de lo que es. Se le vió muy confiado en el US Open, tensionado en Roland Garros, y aquí está en tierra de nadie. Medvedev le dió un buen revolcón el miércoles, de esos que el balcánico no suele recibir.
En cambio, Nadal está jugando mejor. Ante Thiem brilló pero es lo que tiene esta pista: que aún jugando muy bien Rafa puede perder. Pase lo que pase, la evolución de su juego en superficie dura es admirable. Lo ha cambiado casi todo: ha mejorado el saque, el drive es más directo, es más agresivo, volea bastante bien… Dicho esto, dejadme que os diga una cosa: me falta que la final sea a 5 sets, pero por desgracia hay una corriente en el tenis en el que parece que todo se debe acortar más y más, y eso es un error.
Novak Djojovic hacía saltar la liebre al pedir que todos los torneos se jueguen al mejor de tres sets y no de cinco. ¿De verdad, Nole? ¿De verdad quieres que se juegue Wimbledon o Australia al mejor de tres sets? ¿De verdad quieres que los Grand Slams dejen de tener ese áurea especial? Los majors son el momento en el que el tenis acapara más atención y desde siempre se ha jugado al mejor de cinco sets: añade dramatismo e historia al partido, y casi siempre hay un día de descanso entre un partido y otro. La épica en el tenis se ha construido también en base a los cinco sets, ¿o acaso la final Djokovic-Federer de hace unos años en Wimbledon habría sido la misma de acortarse? ¿o aquella semifinal inolvidable entre Rafa y Nole en Roland Garros 2013 habría sido igual?
No está el tenis para desprenderse de elementos que lo diferencian. Ya se cambió la Copa Davis (que estaba muerta), no hagan lo mismo con los Grand Slams. Y mientras, disfrutaremos de la Copa de Maestros.