TIERRA BATIDA: ESCENARIO MÁS ABIERTO QUE NUNCA
Por Álvaro Benito López – Brea – Periodista deportivo y colaborador en Mister Underdog
Escribo esto en plena semana del Godó/Belgrado y tras la resaca que nos ha dejado Montecarlo, con un escenario abierto e imprevisible más allá de los Grand Slam, donde la hegemonía del Big3 (ya casi Big2) sigue siendo evidente.
Antes de evaluar a los grandes en este inicio de la gira europea de tierra batida, una reflexión al hilo de las impactantes palabras de Dominique Thiem. El austriaco ha dicho que cayó en un agujero tras ganar el US Open y finalizar la temporada pasada. Es tan llamativo como real. Se tiró casi toda su vida con un objetivo (ser campeón de Grand Slam), lo consigue y siente el vacío. Desde entonces, lleva un 2021 flojísimo. Es normal. El vértigo de verte arriba, de ver cumplido un objetivo y que te sea difícil rearmarte. Por eso, más valor tiene lo que ha hecho el Big3. Entre los tres suman 58 Majors. Una locura, unas mentes privilegiadas.
Aquí van unas líneas de algunos jugadores en este arranque de temporada sobre polvo de ladrillo.
Uno. Rafa Nadal. Necesita más partidos en las piernas para poder competir y verse con opciones en los torneos grandes. Por una parte jugar mucho le desgasta pero por otra parte lo necesita para ponerse a punto. Tras avasallar a Delbonis y Dimitrov en Montecarlo (las clásicas victorias sencillas que no le comprometen) se topó con Rublev. Tranquilidad: no es preocupante. Lo mejor que le puede venir a Rafa es ganar en partidos ajustados, por lo que esté por venir, y eso es, fundamentalmente, Roland Garros. No somos conscientes de que está a poco más de un mes de intentar lo que sería uno de los hitos del deporte en 2021: ser el tenista con más Grand Slam de la historia
Dos. Novak Djokovic. En dura el serbio es inexpugnable y rara vez comete errores, pero en tierra de vez en cuando cae en la trampa. Evans le derrotó en Montecarlo, en el arranque de una gira de perspectivas inciertas. El sabor amargo de no haber podido competir ante Nadal en París el pasado mes de octubre está ahí. Ojo: no de no haber ganado, sino de no haber competido. ¿Tendrá un as debajo de la manga para Roland Garros?
Tres. Stefanos Tsitsipas. Ahora que se habla tanto de deporte que aburre (La Superliga como némesis del fútbol doméstico que es soporífero, piensan algunos), el griego es todo lo contrario. Ganó en Montecarlo y da pasos hacia adelante en tierra. Ya es élite absoluta y si mejora un poco será aspirante a ganar en Grand Slams.
Cuatro. Andrey Rublev. Ha mejorado mucho de cabeza y eso hace que su progresión no tenga límites. Ganó a Nadal en Montecarlo y demostró que puede cargarse a cualquiera si está centrado.
Cinco. Roger Federer. No se le ha visto desde aquella aparición fugaz en marzo en Doha. Iba a jugar en Madrid pero se bajó. Solo tiene previsto competir en Ginebra (un torneo menor) antes de Roland Garros. Aquí el tema es que mientras para muchos París es la estación final, para Federer es una estación intermedia antes de Wimbledon, su parada final.