RAMOS Y PAU TORRES, POR FAVOR

Por Álvaro Benito López – Brea – Periodista deportivo y colaborador en Mister Underdog

Comienzo por el final. En la penúltima frase del contenido VIP de #MisterUnderdog dedicado a los centrales españoles de cara a la Eurocopa, Miguel Quintana dijo el nombre del señor X: Gerard Piqué. ¿Os imagináis un The Last Dance versión española con los dos tipos más carismáticos que hay hoy por hoy en el fútbol español? Yo no, pero sería lo deseable. Piqué sigue siendo uno de los dos mejores centrales de España, por mucho que pase el tiempo y su último encuentro con la selección fuese aquél de infausto recuerdo en Moscú.

¿Por qué hemos llegado a este momento con este panorama? Porque nos hemos acomodado. Con Piqué-Ramos no existía el tormento de pensar en la sucesión, y ahora nos encontramos con un problema que se debería haber abordado hace tiempo. El acompañante de Sergio Ramos en el debut de la Eurocopa en el mes de junio es una incógnita y siempre dejará cierta sensación de duda alimentada también con la inseguridad que produce la portería, otro capítulo cerrado en falso. El heredero de Casillas era De Gea pero cuando se pone la Roja en vez de una capa de superman parece convertirse en hijo del fracaso. No da ni una. Kepa no ha tenido continuidad y al sustituto de De Gea, Unai Simón, le ha entrado el tembleque en los últimos partidos. Ave María Purísima: rescaten al Iker de hace una década.

Ciñéndonos al central, es indudable la ascendencia de Sergio Ramos. Clave con el Madrid, que se resfría cuando no está, y el capitán de la selección. Capitán dentro y fuera del campo, capaz de sumar una internacionalidad más saliendo en el 85 (lo hizo hace unos meses ante Holanda) y de saberse imprescindible, y eso que seguramente no tenga el despliegue físico del que gozaba hace unos años. Su acompañante puede salir de esta lista:

Uno. Pau Torres. Para mí sería el central ideal (una vez que el sueño Piqué es irreal). El del Villarreal es fino y rápido en el corte. Está mejorando en la salida de balón. Y lo más importante: Luis Enrique lleva ya tiempo utilizándolo. Me parece la opción más segura.

Dos. Íñigo Martínez. Gran temporada la del central del Athletic, que goza de una gran experiencia. Cierto que es lento, y por eso me genera dudas. No puedes ir a la guerra con un portero que no tiene confianza, y un triángulo de seguridad (Ramos-Iñligo-Busquets) que sufre cuando le cazan en contras. Eso es garantía de drama y a casita bien prontito.

Tres. Mario Hermoso. Tal y como están las cosas, prescindir de un central español que juega en el líder de La Liga me parecería osado. Que deba estar en la lista es indudable, pero no apostaría a su inclusión en el once titular. Se encuentra cómodo en el esquema de tres centrales de Simeone y en España, al menos por el momento, Luis Enrique juega con defensa de 4.

Cuatro: Un outsider. Fiarlo todo a la extrema juventud de Eric García, a la experiencia del madridista Nacho, que se las sabe todas; o a la polivalencia de César Azpilicueta, uno de los defensas españoles más infravalorados de los últimos años.

Dicho esto, ante todo habrá que pedir paciencia. Roma no se construyó en un día y ni haciendo el mejor tramo final de curso España se acercará al nivel de selecciones como Francia, con la que babeo viendo cómo sacan centrales de nivel. Toca aguantar el chaparrón y encomendarse a la cantera.