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QUE VUELVA EL BIG3 YA, POR FAVOR

Por Álvaro Benito López – Brea – Periodista deportivo y colaborador en Mister Underdog

El arranque de 2021 en el tenis ha sido raro. Salvo el primer Grand Slam del año, claro está. Cuando llegan los Majors los grandes se activan y se nota. Djokovic ganó, Nadal compitió, Federer se ausentó y se volvió a demostrar que a la Next Gen no le falta talento sino madurez en determinados momentos. Pero quitando el oasis del Open de Australia, asistimos al arranque de una era de incertezas.

Me explico. Al Big3, le quede lo que le quede, vamos a tener que degustarles en ocasiones muy especiales. Si Messi y Cristiano juegan cada tres días durante 10 meses al año, no nos debería de extrañar que a los Nadal, Federer y Djokovic les perdamos de vista durante semanas, quizás meses. Es lo que está sucediendo ahora. Sin Indian Wells, y por unas razones o por otras, el Big3 se ausentó de Miami. El español y el serbio volverán, en principio, en Montecarlo, dos meses después de su último torneo. En el caso de Federer, lesión de por medio, regresó en marzo, jugó unos partidos, y de nuevo en barbecho.

La dosificación de esfuerzos por parte del Big3 es el secreto de su longevidad, ya que aún tienen retos por delante. Fundamentalmente, ser el tenista con más Grand Slam. Estos jugadores viven ya por y para la historia y la gloria, y la gloria te la dan los Grandes. El resto es pura y dura preparación, como lo será Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma. La temporada de tierra batida suele ser apretada pero la decisión de Roland Garros de retrasar una semana su arranque beneficia a Nadal y perjudica a Federer. Beneficia al español porque no se jugarán tantos torneos importantes para él en semanas casi consecutivas; y perjudica a Federer porque entre Roland Garros y Wimbledon solo habrá dos semanas de gira de hierba sin torneos en otras superficies. ¿Amagará con no ir a Paris la leyenda suiza?

Vuelvo a lo de las incertezas. Sin el Big3 ni Thiem, uno podía pensar que Miami sería terreno para que los 4 alumnos aventajados que vienen por detrás (Medvedev, Zverev, Tsitsipas y Rublev) dieran un paso adelante. Al fin y al cabo, era un Masters 1000, el torneo más importante desde Melbourne. Pues bien, todos fueron cayendo y la final la jugaron el polaco Hurcacz y el italiano Sinner. Conclusión: no sabremos si tras el Big3 bajará la calidad (probablemente sí), pero lo que es seguro es que habrá mucha más irregularidad.

De los españoles, me quedo, de estas semanas, con el buen nivel ofrecido por Roberto Bautista en Miami, siempre muy competitivo el castellonense, y sobre todo con Sara Sorribes. Lleva desde marzo jugando a un nivel tremendo, ya es Top50 y ha dado un salto de calidad.