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Messi, Neymar, y el Resto

Por Álvaro Benito López – Brea – Periodista deportivo y colaborador en Mister Underdog


Mister Underdog ha llegado a la edad de Cristo (33) y qué mejor para celebarlo que una ración de Champions. O mejor dicho, de perspectivas a medio plazo: sorteo de los octavos de final con 4 equipos españoles. Allá vamos.

El morbazo del Barcelona-PSG es inigualable. Por cruce de jugadores, historia y lo que puede marcar este duelo. Ahora, qué diferente puede ser el escenario de aquí al 16 de febrero, día previsto para el choque de ida en el Camp Nou. ¿Por qué? Nombres propios:

Uno. Messi. Imaginaos que para entonces ya ha firmado un contrato con el PSG de cara a la 21/22. Puede hacerlo, ya que desde el 1 de enero está libre. A más de un culé le daría un parraque si eso es así. Al argentino, que ha votado para el The Best a Neymar y Mbappe (lo que es la vida), pocos clubes le pueden pagar la panoja que genera y uno de ellos es el PSG.

Dos. Neymar. Pimpinela se quedó corto en su historia si la comparamos con la del brasileño y el Barcelona, un amor-odio en toda regla. Ni contigo ni sin tí, en plan: «Brillo en el Barça pero quiero ser el #1 asi que me voy al PSG / Ay no no que Messi es My darling y le echo de menos y la Ligue 1 no está a mi altura / Voy a demandar al Barcelona mientras pido y negocio volver». El peor divorcio que os imaginéis es una minucia en comparación con este fregado.

Tres. Mbappe. El jugador llamado a liderar el universo mundo en no demasiado tiempo. Sonó para el Barça. Le quiere el Madrid.

Cuatro. La historia. El 6-1 de hace unos años con gol postrero de Sergi Roberto es uno de esos momentos inolvidables que cualquier fan al fútbol recuerda. Para entonces el PSG era un equipo con falta de cocción para grandes retos en Europa. El pasado curso fue finalista, asi que ya está preparado para dar un puñetazo encima de la mesa en la aristrocracia de la Champions.

Que quede claro que me motiva tanto el Barça-PSG que el resto de cruces me parecen claramente menores, pero deslicemos algunas líneas, algunas ideas maestras.

Atalanta-Real Madrid. El titular es que Zidane lo ha vuelto a hacer. No se sabe muy bien de qué manera, pero ha revivido a un equipo que parecía tocado. Y lo ha hecho con los suyos. En las últimas 2 semanas, Kroos y Modric parecen los del trienio glorioso (2016-2018), Benzema es decisivo y atrás la concentración es máxima. Con esas premisas, el Madrid debe plantarse en sus primeros cuartos de final en tres años. Los de Bergamo, pendientes de si seguirá Papu Gomez o no, son un equipo de locura que han perdido cierto instinto letal arriba. Es decir, tienen dinamita, pero se quedará en poca cosa si el Madrid está serio.

Atlético de Madrid-Chelsea. Eliminatoria preciosa con mucha trampa. El equipo londinense está en constante crecimiento y Havertz, Ziyech y Werner tienen armas para poner en apuros el entramado defensivo de Simeone. Absolutamemnte clave que para febrero y marzo Joao Felix y Luis Suárez sean como la patata y el huevo, el jamón y la tostada, la anchoa y la aceituna, es decir: un matrimonio indisoluble.

Y Sevilla-Dortmund. Dejo para el final el cruce que me pondría a ver sin interferencias externas si no me dedicara a esto por trabajo. Me explico: el espíritu competitivo del Sevilla es máximo y lleva lustros demostrándolo en Europa, pero tiene enfrente a un club con gran solera. Haaland vs Koundé me parece majestuoso, un H2H de esos que se repetirá con asiduidad en la próxima década. Duelo apasionante de resultado más incierto de lo que esperamos.

Dicho de un modo claro, el Madrid debe pasar, el Barça lo tiene chungo; y Atlético y Sevilla, al 50%.