EL RENACER DEL LIVERPOOL
Por Alex García Follow @fubolo_
Aún parece ayer cuando vimos al todopoderoso Liverpool de Jürgen Klopp alzarse con la Liga de Campeones, pero la realidad es que ya han pasado más de dos años desde aquel instante. El por aquel entonces perdedor de finales -el técnico alemán- creó una máquina ofensiva al alcance de muy pocos en las últimas décadas. Una forma de visualizar el fútbol a una velocidad de riesgo que causó estragos en muchas defensas. Que se lo digan a Ernesto Valverde en aquella fatídica noche en Anfield. Tras dos años en los que la máquina red dejó de producir fútbol ofensivo y las lesiones han respetado al equipo, el Liverpool ha resurgido de sus cenizas para volver a posicionarse como uno de los grandes favoritos para ganarlo absolutamente todo.
El gran pilar sobre el que se sostiene el exitoso proyecto de Klopp siempre ha sido Virgil Van Dijk. El central neerlandés llegó como el zaguero más caro de la historia, levantando mucha polémica, y tardó muy poco en acallar las críticas. Tras un año en el dique seco por una lesión de larga duración, Virgil ha vuelto a ganarse el puesto y a demostrar que, pese a la irrupción de Rubén Días como mejor defensor de la temporada pasada, quien tiene el trono sigue siendo él. Y gran culpa del buen rendimiento actual del equipo es suya. Los reds tan solo han encajado seis goles en las primeras ocho jornadas de la Premier League, lo que les deja como segundos clasificados a tan solo un punto del campeón de Europa, el Chelsea.
La salida de balón que proporciona Van Dijk sumada al juego exterior que proporcionan dos futbolistas como Andrew Robertson y Trent Alexander-Arnold hacen que la labor de los centrocampistas prácticamente pase desapercibida -al menos hasta que Thiago Alcántara vuelva de su lesión- y la conexión con la parte ofensiva fluya como hace dos campañas. Si bien Sadio Mané no ha vuelto a ser el futbolista que maravilló al mundo en 2019, Mohamed Salah ha cogido las riendas del equipo para no soltarlas. Y le sienta mejor que nunca. Con siete goles y cuatro asistencias en lo que llevamos de temporada, es claramente el mejor jugador de la competición. Si todo fluye con normalidad, el Liverpool llegará a abril con muchas vías abiertas de ganar un título, quién sabe si dentro de unos meses estaremos hablando de una nueva Copa de Europa en su haber.
