EL FÚTBOL Y SUS HÉROES: EL OPORTO DE 2021 O EL MÁLAGA DE 2013
Por Álvaro Benito López – Brea – Periodista deportivo y colaborador en Mister Underdog
Hay profesiones que duran toda la vida.
La de los deportistas suele durar menos, salvo que seas golfista.
Y si eres futbolista y tienes lesiones, apaga y vámonos. Es la gran pregunta. Y luego, ¿qué?
La intervención de Álvaro Dominguez en #MisterUnderdog46 da una visión del fútbol desconocida para el gran público. Parece que todo son días de vino y rosas, que te persigue la fama, amontonas fajos de billetes y la vida te sonríe permanentemente. Pero no siempre es así.
Álvaro brilló en un Atlético de entreguerras que se preparaba para la época dorada del Cholo. Cuando llegó, jugó el primer partido en La Rosaleda, fue sancionado y desapareció. Buscó una salida, la encontró en Alemania, y ahí comenzó su via crucis particular con las lesiones. Visto con perspectiva, se arrepiente de no haber aguantado, de no haberse quedado.
Por suerte para Álvaro, ahorró y ahora tiene un futuro, pero no siempre es así. La vida de un futbolista es efímera, como la de los equipos pequeños que buscan la gloria en la Champions. Cada vez es más complicado, en este fútbol con aroma a la superliga que viene, encontrar equipos de apariencia débil y sin nombre que aparecezcan entre los 8 mejores
Lo del Oporto es admirable. Con un gran trabajo colectivo, el liderazgo de Sergio Oliveira y las tablas de Pepe, se ha metido en cuartos de final. Tremendo. Nadie daba un duro por ellos. Dejadme que subraye la obra gigantesca del ex central del Real Madrid: cada vez más cerca de los 40 años, ha secado a los delanteros de la Juve, uno de los equipos más potentes de Europa.
Al hilo de la proeza del Oporto, recordamos otros casos relativamente recientes de equipos que sin demasiado nombre consiguieron éxitos en Champions League metiéndose entre los 8 mejores:
Uno. Málaga de la 2012/13. Aquél atraquito de Dortmund forma parte de la histioria de los horrores del arbitraje pre-VAR. Ese Málaga en el que brillaban Isco, Cazorla, el gran Joaquín. En ese equipo había más talento que en la inmensa mayoría de equipos que hay ahora mismo en La Liga.
Dos. Roma de la 2017/18. El gran éxito de Monchi fuera de su habitat natural, el Sevilla. El gol de Manolas es ya un recuerdo imborrable de los madridistas y una pesadilla para los culés. Aquella Roma, a lomos de De Rossi y Dzjeko, creyó para eliminar al Barcelona. Luego en semifinales el Liverpool le cortó las alas.
Tres. Monaco de la 2016/17. Llegó a semifinales tras eliminar al City o al Dortmund. Palabras mayores. La Juve se lo llevó por delante en la penúltima ronda pero aquel equipo sólido y de ritmo vertiginoso con Mbappe, Falcao y Lemar en punta de ataque enamoró al Principado. A la temporada siguiente el equipo, qué cosas, fue desmantelado.
