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EL ESPANYOL: MÁS HISTORIA DE LO QUE PARECE

Por Álvaro Benito López – Brea – Periodista deportivo y colaborador en Mister Underdog

Para entender al Espanyol hay que comenzar en el Atlético de Madrid. Me explico. La afición colchonera, tan especial, tan suya, suele denominar al Madrid como el «Trampas» por los recurrentes, creen buena parte, errores arbitrales a su favor. No tienen pruebas pero tampoco dudas. Al mismo tiempo, cada vez que llega un Espanyol-Real Madrid, se les cataloga como equipo filial blanco. Vamos, que es pan comido para los madridistas. A su vez, ser del Espanyol en una ciudad con un equipo catalogado como Mes que un club que tiene una carga simbólica tan fuerte, es difícil de digerir.

Seamos claros: ser del Espanyol en Barcelona no es como ser del Atlético en Madrid. Es más difícil.

Los periquitos, arremangados para volver a Primera como un cohete, son un clásico de nuestro fútbol. Sarriá es nuestra infancia, Montjuic y sus gradas semivacías nuestra adolescencia, y ahora que estamos en plena madurez, el Espanyol no saca brillo de un estadio tan brittish como Cornellà. Hace tiempo que la afición no vibra con el equipo, con el recuerdo lejano del subcampeonato de UEFA hace 15 años o las más recientes semifinales de COPA.

El Espanyol, de dueños chinos, es hoy por hoy el mejor equipo de Segunda. Por potencial y oficio. Desde la portería, con el experimentado Diego López, hasta RDT pasando por Melendo, Embarba, Puado o Darder. Hacía tiempo que un equipo que militaba en Segunda no era tan potente. Caso especial el de RDT, al que ya querrían más de la mitad de los equipos de Primera en sus filas.

Aludiendo al estreno en #MisterUnderdog de nuestros clásicos favoritos de los equipos, he aquí mi selección de oro del Espanyol:

Uno. Mauricio Pochettino. El carisma del Espanyol. Un tipo ganador que llegó a Barcelona, jugó en el Espanyol y se hizo del Espanyol. Es quizás, hoy por hoy, el más universal de todos al estar desarrollando una excelente y exitosa carrera como entrenador, destacando en el Tottenham y recalando ahora en el PSG. Un tipo que pasea la bandera blanquiazul por toda Europa.

Dos. Raúl Tamudo. Un amigo madridista siempre me recuerda la noche de un día de junio, en 2007, cuando al mismo tiempo que Van Nistelrooy marcaba en La Romareda, Tamudo hacía lo propio en el Camp Nou. Pero Tamudo fue mucho más: la bandera silenciosa de su equipo, un delantero espectacular que llegó a convertirse en el máximo goleador catalán de La Liga. Palabras mayores.

Tres. Ferrán Corominas. Su gol, cuando languidecía la 2005/06, evitó un descenso que se produciría 14 años después. Marcó ante la Real cuando todo parecía perdido, ya en el tiempo de descuento, en el mítico Montjuic.

Cuatro. Jordi Lardín. Tenía calidad a raudales, encarador, siempre peligroso. Brilló en el Espanyol de los 90, y aunque no le fue bien luego en el Atlético, su paso fue imborrable.

Cinco. Sergio García. Un pedazo de delantero que brilló y fue un incordio constante para las defensas rivales.