Lamine Yamal

La Liga: El nuevo proyecto del Barcelona

Publicado el 10 Julio del 2022

Por Alex García

Superado el ecuador del mes de julio, ya tenemos al equipo que más movimientos está llevando a cabo en el mercado veraniego. El Fútbol Club Barcelona ha superado todas las expectativas creadas en los meses previos y, dentro del marco de la legalidad -o al menos hasta donde se puede saber o se sabe- Joan Laporta ha conseguido dar un giro de ciento ochenta grados a su mandato jugándosela todo a un cortoplacismo que, de no salir bien, podría tener graves consecuencias para el club. Las llegadas de Pablo Torre, Andreas Christensen, Franck Kessié, Raphinha y Robert Lewandowski -hasta el momento- han hecho que los culés vuelvan a estar en boca de todos por lo sorprendente de sus fichajes. Algo está claro, y es que, de aquí al 31 de agosto, se vivirán largas y emocionantes jornadas en la Ciudad Condal.

La ilusión con los recién llegados

Xavi Hernández ha conseguido lo que tanto le pidió a Joan Laporta desde su llegada al banquillo culé, un equipo competitivo y capaz de derrocar el mandato del Real Madrid. Con su máximo rival totalmente saneado y reciente campeón de La Liga y la Liga de Campeones, el conjunto culé debía actuar de inmediato para cambiar el foco de las cámaras hacia ellos. Y lo han logrado. La temprana incorporación de Pablo Torre no generó mucho ruido, pero sí ilusión en una afición con ansias de ver a un nuevo futbolista español capaz de levantar al público de sus butacas. Veremos si el canterano del Racing de Santander lo logra, pero de momento ya ha dejado varias joyas sobre el césped que han dado de que hablar.

Con la primera palanca de Joan Laporta, se activaron automáticamente las llegadas a coste cero de Andreas Christensen y Franck Kessié. El central danés es el que menos revuelo ha causado, ya que es un central que no ha destacado mucho en el Chelsea, pero que Xavi Hernández tenía en su lista. Por otro lado, el centrocampista costamarfileño sí puede llegar a hacerse un hueco en la rotación. En el AC Milan ya demostró de lo que es capaz y, cuando quería, se echaba el equipo a sus espaldas, pero su personalidad ha hecho que allá donde ha ido no acabe del todo bien. La Atalanta y el Milan lo han sufrido en sus propias carnes, pero veremos si en el Barcelona logra centrar la cabeza para perseguir el objetivo de ganarlo todo.

Pese a estas llegadas, la ilusión aún no estaba por todo lo alto. Más allá de jugadores libres, nadie parecía querer venir a un proyecto que, hace meses, parecía estar a la deriva. Todo cambió el sábado 16 de julio cuando, de un momento para otro, el nombre de Robert Lewandowski comenzó a resonar con mucha fuerza en los grandes medios, y periodistas como Fabrizio Romano destaparon el acuerdo que existía tras la ruptura de negociaciones entre Bayern y jugador. Poco después, el FC Barcelona hizo oficial la llegada del ariete polaco al club, un golpe sobre la mesa del fútbol europeo tras llevarse al segundo mejor delantero centro del planeta, solo por detrás de Karim Benzema, quien ha cuajado un año histórico.

El planeta fútbol viró sus ojos hacia Miami, lugar en el que el Barcelona está haciendo su pretemporada y donde el polaco ya está a las órdenes de Xavi Hernández. Con él, los culés podrán hacer frente al dominio que ha instaurado el Real Madrid en los últimos meses y que, a priori, deberían seguir manteniendo gracias al bloque con el que cuenta Carlo Ancelotti.

Lo que está por venir

Con todos estos fichajes cerrados, todos los medios han dejado claro que el siguiente paso del Barcelona será ir a por Jules Koundé, central galo del Sevilla. Las buenas relaciones que ha habido entre ambos clubes a lo largo de la última década pueden facilitarlo todo, pero no es algo que agrade a los sevillistas. Todos en la ciudad andaluza se preguntan cómo un equipo endeudado hasta el cuello puede llegar a fichar a un jugador clave de un equipo saneado. La realidad es que el Barcelona deberá elegir entre Koundé o Azpilicueta, ya que la llegada de uno depende de lo que ocurra con el otro. Si el galo recala en Londres, el central pamplonica podrá llegar libre a Cataluña.

Otro que genera mucha ilusión es Bernardo Silva. Por lo que se ha publicado en los medios españoles, el centrocampista portugués quiere salir a toda costa del Manchester City para recalar en el Barcelona, algo que saturaría por completo la plantilla y las cuentas culés, pero la lógica del mercado no parece acompañar a un Mateu Alemany que sigue esquivando por completo las dificultades que tiene ser director deportivo de un equipo como el Barcelona.

Además de estos tres futbolistas, la lista del cuadro blaugrana se completa con jugadores como Marcos Alonso, carrilero izquierdo del Chelsea y Carney Chukwuemeka, mediocentro del Aston Villa que gusta mucho a la directiva culé. Eso sí, para seguir fichando futbolistas, hay que dar salida a otros. Pese a la salida de Luuk De Jong, la zona ofensiva se está viendo muy saturada. Con Lewandowski, Depay y Aubameyang, Braithwaite no tiene hueco, incluso Depay podría dejar el club. Además, Ez Abde parece que buscará un nuevo club, y una pieza clave del proyecto como es Frenkie De Jong podría abandonar el equipo rumbo a Old Trafford, aunque no será un fichaje que se decida a corto plazo.

Joan Laporta y sus palancas han logrado que, al menos hasta que arranque La Liga, la ilusión haya vuelto al Camp Nou. Veremos cuánto dura y si el proyecto culé consigue rédito a corto plazo, algo que el club necesita de forma urgente. Con una gran parte de los derechos del club vendidos a terceros, una gran deuda a sus espaldas y esta gran cantidad de fichajes realizados, al Barcelona no le quedará otra más que ganar algún título si no quiere que la historia se le complique y la situación del club comience a empeorar poco a poco.

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