Los entrenadores más efímeros de la historia del Real Madrid
Dicen que soy Periodista, que me gustan los deportes y tengo habilidades para escribir. Pero en realidad, lo que soy es un “cuenta cuentos compulsivo”, como alguno me llamó.
El banquillo del Real Madrid es el más caliente de la historia. El club blanco es el más exigente, el Santiago Bernabéu es la plaza más difícil y solo unos elegidos son capaces de llevar al Madrid a la gloria. Triunfar en el Real Madrid está reservado para unos pocos, y son muy pocos los que han podido aguantar en una banca que tritura presentes y destroza futuros. No sirve el ayer: si el Madrid no consigue resultados, el entrenador no tiene mucho que hacer. Ya le han bajado el pulgar.
En este texto hablaremos de entrenadores que empezaron una campaña en el Real Madrid, y no la acabaron. Incluso hay casos de técnicos que hicieron un buen trabajo como temporeros y siguieron el curso siguiente y no duraron en el cargo. Incluso siendo líderes y siendo los más goleadores, hay entrenadores que se enfrentaron al muro imposible de la afición blanca y una institución que no perdona errores e incluso algunos aciertos. El Bernabéu no se casa con nadie y lo vamos a ver en este artículo.
José Antonio Camacho
José Antonio Camacho fue entrenador del Real Madrid en dos ocasiones. En una no llegó a debutar y en la segunda duró seis partidos. Leyenda blanca con 577 partidos como jugador, Camacho abandonó en dos ocasiones el club de sus amores. Camacho es toda una institución del fútbol español que no pudo tener en el Madrid la buena carrera en los banquillos que sí ha tenido en otros clubes.
Camacho fue contratado en 1998 para dirigir al que se había proclamado campeón de Europa, pero se fue antes de tiempo por desavenencias con la directiva a la hora de tomar decisiones sobre la primera plantilla. Camacho regresó al Real Madrid seis años después, en 2004, después de una campaña en la que el equipo lo perdió todo en un mes fatídico. Pero el de Cieza se encontró con una plantilla, la de los ‘Galácticos’, que ya ofrecía síntomas de agotamiento. Camacho alertó de ello pero la entidad no le hizo caso.
El murciano dimitió alegando que el rendimiento del equipo no era el adecuado y que, “estando yo, no va a mejorar”, según declaró entonces. El técnico murciano se sintió incapaz de manejar un vestuario plagado de estrellas. Años después reveló que percibía que “sobraba en un club donde la prioridad no era el fútbol”. Se quejó de la disciplina y la planificación: intentó aumentar las sesiones de entrenamiento y chocó con algunos veteranos durante la exigente gira veraniega. El triste final de los ‘Galácticos’ y la marcha de Florentino Pérez meses después dieron la razón a Camacho.
Julen Lopetegui
La etapa de Julen Lopetegui en el Real Madrid fue tan breve como convulsa. El técnico vasco llegó en junio de 2018 en medio de la polémica, ya que fue destituido de la Selección Española justo antes del Mundial por anunciar su fichaje, y tomó las riendas del Madrid tras la exitosa era de Zidane. Sin embargo, Lopetegui no pasó de los cuatro meses en el cargo.
Fue despedido el 29 de octubre de 2018, al día siguiente de un doloroso 5-1 encajado ante el Barcelona en el ‘Clásico’. En total dirigió 14 partidos oficiales, con un balance muy discreto: 6 victorias, 2 empates y 6 derrotas. Curiosamente, su ciclo empezó y terminó con derrotas, ya que debutó perdiendo la Supercopa de Europa contra el Atlético de Madrid y cerró con la goleada en el Camp Nou.
Los motivos de su destitución fueron eminentemente deportivos. El Real Madrid atravesó en ese inicio de temporada una de sus peores rachas recientes, con una única victoria en siete partidos antes del cese. La debacle en Barcelona fue “la gota que colmó el vaso”, dejando al equipo noveno en la clasificación liguera, a siete puntos del líder. La directiva madridista consideró desproporcionado el pobre rendimiento del equipo dado el talento de la plantilla, pero también es cierto que el Madrid se estaba acostumbrando a una vida sin Cristiano Ronaldo, que ese mismo verano se había marchado a la Juventus.
Rafa Benítez
Rafael Benítez asumió el cargo en el verano de 2015 con la ilusión de un “madridista de cuna” cumpliendo su sueño. Sin embargo, su mandato sólo duró seis meses: desde junio de 2015 hasta enero de 2016. Fue cesado el 4 de enero de 2016, tras la primera vuelta de la Liga, pagando los platos rotos de los resultados irregulares y un clima enrarecido. En total dirigió 25 partidos oficiales, con un balance de 16 victorias, 5 empates y 4 derrotas
Sus números no parecían desastrosos: ganó el 68% de los encuentros, incluyendo goleadas sonadas como un 10-2 al Rayo Vallecano o un 8-0 al Malmö en Champions. Y el equipo marcó 69 goles. Sin embargo, más allá de las estadísticas, las sensaciones no convencían ni a la grada, ni al vestuario, ni a la directiva. Algunos de los deseos de Benítez, como poner a Casemiro, chocaban con el sentir general. Finalmente, aunque se le criticó que quisiera apostar por un pivote defensivo, la historia le acabó dando la razón.
La etapa de Benítez estuvo marcada por varios episodios críticos. En noviembre de 2015 sufrió una humillante derrota 0-4 en el Bernabéu ante el Barcelona, en un ‘Clásico’ donde su planteamiento fue muy cuestionado. Fue en ese partido en el que quería poner a Casemiro y no lo hizo. Y vinieron las consecuencias. En diciembre llegó el escándalo de la Copa del Rey, con un Madrid expulsado del torneo por alineación indebida de Denis Cheryshev. Aunque la responsabilidad administrativa recayó en el club, el episodio deterioró la imagen del equipo y apuntó a falta de coordinación en el cuerpo técnico.
Del vestuario trascendieron roces con jugadores importantes, como James Rodríguez, Isco o el propio Cristiano Ronaldo, que no comulgaban con el estilo metódico y rígido de Benítez. La prensa hablaba de un ambiente frío y distante entre el técnico y sus futbolistas, en contraste con la cercanía que habían tenido con Ancelotti, a quien Benítez reemplazó. Florentino Pérez se lo cargó y trajo a Zinedine Zidane, que entonces dirigía al filial.
Radomir Antic
El caso de Radomir Antić es singular: es el único entrenador que el Real Madrid ha destituido yendo líder de la Liga. El técnico serbio había llegado al club en marzo de 1991, rescatando al equipo en crisis y llevándolo a terminar tercero en la 90-91. Gracias a ese buen hacer, fue confirmado para la temporada 1991-92, que comenzó de forma inmejorable. Bajo su dirección, el Madrid se proclamó campeón de invierno al finalizar la primera vuelta líder en enero de 1992, con 14 victorias, 3 empates y solo 2 derrotas en 19 jornadas.
El equipo también seguía vivo en todas las competiciones (clasificado a cuartos tanto en Copa del Rey como en Copa de la UEFA). En total, sumando Liga y torneos, Antić dirigió 39 encuentros oficiales al Real Madrid, con un excelente balance de 27 triunfos, 6 empates y 6 derrotas. A pesar de esos números, el 27 de enero de 1992 el presidente Ramón Mendoza tomó la controvertida decisión de cesarlo de forma fulminante.
¿Por qué se destituye a un entrenador que va primero? La respuesta estuvo en el estilo de juego y la presión mediática. A Antić se le reprochaba que, aunque ganaba, el equipo no daba espectáculo. Una parte de la afición en el Bernabéu mostraba su descontento con el juego, llegando a pitar incluso en victorias trabajadas (como un 2-1 ante Tenerife previo al cese). Mendoza, sensible a esas críticas, llegó a declarar tras aquel partido: “El Tenerife me ha gustado más que el Madrid”. “Es extraño que suceda esto cuando vamos líderes”, dijo Gica Hagi. El Madrid no ganó aquella Liga con Leo Beenhakker. Lo hizo el Barça de Johan Cruyff.
Guus Hiddink
La historia de Guus Hiddink en el Real Madrid es la de un entrenador de prestigio internacional que, aun logrando un título, no resistió una mala racha liguera. El holandés llegó en verano de 1998, fichado tras llevar a Países Bajos al podio del Mundial, para reemplazar a Jupp Heynckes, quien había ganado la Séptima Copa de Europa pero no continuó.
Hiddink comenzó la temporada 1998-99 con buen pie conquistando la Copa Intercontinental en Tokio en diciembre de 1998, la que encumbró al Raúl del ‘aguanís’. Sin embargo, en la Liga las cosas se torcieron: el equipo acumuló derrotas y un rendimiento irregular que le alejaron del liderato. Tras apenas 35 partidos oficiales al mando, 20 ganados, 4 empatados y 11 perdidos, Hiddink fue destituido el 24 de febrero de 1999.
En ese momento el Madrid marchaba muy por detrás del Barcelona en el campeonato y había una sensación de crisis inminente. De hecho, la derrota ante el Athletic Bilbao a mediados de febrero dejó sentenciado al técnico a ojos de la prensa. Y eso que el Madrid venía de ganar la Champions y contaba con grandes figuras en la plantilla. No mejoró el Madrid con John Benjamin Toshack.