Max Verstappen

Resumen F1 2025: ¡Norris, Verstappen y Piastri al límite!

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Gabriel Rodríguez

Dicen que soy Periodista, que me gustan los deportes y tengo habilidades para escribir. Pero en realidad, lo que soy es un “cuenta cuentos compulsivo”, como alguno me llamó.

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La temporada 2025 de Fórmula 1 llegó a su fin con la coronación de Lando Norris como campeón del mundo en Abu Dhabi. Lo más destacado del año es que se dio una batalla a tres bandas por el trofeo, si bien estuvo algo descafeinada por la falta de duelos directos entre sus protagonistas y por los fallos de la escudería McLaren, que, si bien se enfrentó al rival más temible posible, Max Verstappen, podría haber amarrado el título con más margen.

En el Campeonato de Constructores, no hubo discusión alguna: el equipo papaya fue el mejor. Red Bull podría haberse acercado a sus puntos si Yuki Tsunoda hubiera obtenido resultados un poco más cercanos a los de su compañero, pero el japonés, que, de hecho, no continuará en su asiento la campaña que viene, apenas sumó para la causa. De ahí que Mercedes o Ferrari estuvieran por encima de los austriacos en la clasificación, dominada del todo por el naranja.

Lo mejor: al fin una batalla a tres por el Mundial

Lo mejor de la temporada ha sido el rastro de una batalla a tres por el Mundial de Pilotos que ha animado una campaña insulsa en demasiados tramos. El reglamento técnico que inició en 2022, este curso, ha demostrado ser incapaz de brindar más diversión y espectáculo a los amantes del automovilismo. Esta era del efecto suelo prometía que los monoplazas podrían seguirse más de cerca, lo que propiciaría más adelantamientos, pero no ha sido así.

De hecho, en la mayoría de carreras de 2025, Max Verstappen no se ha enfrentado directamente a Lando Norris y Oscar Piastri. Se ha tratado más bien de una serie de enfrentamientos estratégicos en los que, en muchas ocasiones, el neerlandés se veía en la primera posición a la espera de que el muro le informara de cuál era el mejor momento para parar en el garaje a fin de salir con una mayor ventaja ya fuera de neumáticos o de estrategia sobre los McLaren.

Las ruedas han sido otro punto de debate de esta temporada: los juegos de Pirelli son tan resistentes que, en la mayoría de las pruebas, los equipos se decantaban por una estrategia de una sola parada que apenas daba margen para jugar a los estrategas con sus opciones. Más de la mitad de la parrilla tenía en mente el mismo plan de carrera y, de esa manera, apenas había lugar para la sorpresa o para que alguien marcara la diferencia con un ‘stint’ potente.

Lo peor: espectacularización y falta de acción

La FOM, actualmente, está tratando de atraer al público norteamericano. En la mesa de los directivos, tiene mucho sentido virar en esta dirección porque, al fin y al cabo, se trata de una ingente cantidad de potenciales espectadores de la Fórmula 1, pero, en la práctica, se están proliferando los Grandes Premios en circuitos urbanos que no están preparados para que se den muchos adelantamientos, lo que, a la postre, genera fines de semana sin mucha acción.

Últimamente, los aficionados más tradicionales de la categoría reina del automovilismo están siendo testigos de cómo la organización de la F1 se centra en los eventos que tienen lugar antes y después de las carreras en lugar de en las carreras en sí mismas. A largo plazo, esto puede ser un problema porque, si ese público norteamericano que se pretende atraer pierde interés en el deporte, no habrá manera de recuperarlo y los fans más fieles podrían escapar.

Para colmo de los más clásicos, los circuitos en los que adelantar se ha vuelto una quimera han firmado contratos a muy largo plazo y otros que parecían inamovibles en el calendario se han esfumado: véase el caso de Imola, que es mítico. Salvo que la nueva normativa técnica de 2026 garantice diversión, dentro de unos años, la Fórmula 1, en el peor de los escenarios, podría ser una categoría sin apenas adelantamientos y con un enfoque muy mediático.

Lo curioso: los propios pilotos han ido contra la organización

Es curioso cómo, a lo largo de la temporada, muchos pilotos han sido vocales en contra de la organización de la Formula 1 porque no están de acuerdo con cómo se está organizando el campeonato ni con algunas decisiones arbitrales. Estas palabras ganan más empaque que nunca cuando vienen de voces autorizadas como las de Fernando Alonso, dos veces campeón del mundo, o Max Verstappen, cuatro veces campeón del mundo y el mejor hoy en día.

Uno de los puntos más criticados por estos pilotos reside en el aumento de carreras del calendario, que ya soporta 22 pruebas. Ni el español ni el neerlandés están de acuerdo con que subir el número de carreras vaya a traducirse necesariamente en una mejora en el espectáculo. Comprenden que implique una mayor venta de entradas o de visualización en las redes sociales, pero, al fin y al cabo, estos elementos responden al mero aumento de carreras.

Otros apartados criticados por ellos y por otros pilotos de la parilla está en la disparidad de criterios arbitrales a la hora de discutir sanciones. Un fin de semana, una salida de pista puede traducirse en una penalización de cinco segundos, pero, unos días más tarde, puede saldarse con una investigación que queda en nada. Que haya o no grava en las inmediaciones de la pista y las consecuencias de los incidentes también suelen condicionar a los comisarios.

En conclusión, hay mucho potencial, pero hace falta autocrítica

En definitiva, la temporada 2025 de Fórmula 1 ha brindado cierto espectáculo y la alegría de una batalla a tres por el Campeonato del Mundo de Pilotos, pero se requiere bastante autocrítica de cara a la campaña que viene, en la que el éxito pasará por mostrar una misma línea de criterios arbitrales y por potenciar la acción en pista por encima del espectáculo en el antes y en el después. Otro punto de interés es Aston Martin, cuyo coche es del gran Adrian Newy.

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