
Reglas del Tute: Características y Dinámica de Juego

¿Quién soy? Pues según mi pasaporte, soy Héctor Núñez y según lo vivido, soy periodista y marketero.
El Tute es uno de los juegos más populares de España y todo un compañero habitual en las sobremesas entre amigos y familiares. Entre sus particularidades, destaca por tener unas reglas muy marcadas y por poder adoptar diferente número de jugadores: entre dos y cuatro por partida, siendo la variante por parejas la más habitual. En este artículo de Codere entraremos a profundizar en este pasatiempo, cuyo nombre proviene del italiano ‘tutti’ y en el que los caballos y los reyes son las figuras a las que parar más atención, pues pueden otorgar una puntuación extra y decisiva.
Objetivo del juego
El objetivo de cualquier partida de Tute está en alcanzar la cantidad máxima de juegos posibles, algo que viene determinado según el número de los compañeros de la mesa. La victoria se consigue al reunir en una misma mano cuatro caballos, algo conocido como tute de caballos; o cuatro reyes, tute de reyes. Si no se puede hacer ni una cosa ni la otra, algo habitual, se tienen que superar en puntuación a los contrincantes, sumando el valor de las cartas de las bazas que se han ganado.
Baraja de cartas
Pese a la popularidad de la baraja inglesa, que se deja ver en las partidas de póker o blackjack, este juego tan vinculado al territorio usa una única baraja española con los 40 naipes, sin descartar ninguno como sí que se hace en otros pasatiempos de sobremesa.
Cantidad de jugadores
El número de jugadores del Tute oscila entre dos y cuatro. La cantidad definitiva dependerá, en gran parte, de la modalidad que se practique.
Tute para dos jugadores
En la modalidad de dos jugadores, cada participante recibe ocho cartas o, de forma excepcional, siete.
Tute para tres
En el Tute de tres jugadores, se reparten todos los naipes, dejando solamente una sobre la mesa que es la que marcará el triunfo. Así pues, cada integrante tendrá trece cartas en total.
Tute para cuatro
Esta modalidad suele ser la más habitual y se crean dos equipos de dos y los compañeros de partida se ubican, normalmente, uno en frente del otro. Se reparten todas las cartas de la baraja, por lo que cada uno tendrá diez. El que reparte tiene que mostrar la última, pues será la que marque el palo de triunfo del juego.
Orden y valor de las cartas
En el Tute hay unos naipes que no tienen valor alguno, algo que se conoce como cartas blancas, mientras que solo se distinguen cinco de toda la baraja. De mayor a menor puntuación, son las siguientes:
- As, con un valor de once puntos.
- Tres, con un valor de diez puntos.
- Rey, con un valor de cuatro puntos.
- Caballo, con un valor de tres puntos.
- Sota, con un valor de dos puntos.
Distribución de las cartas y comienzo del juego
Antes de entrar a explicar la distribución de las cartas y cómo comienza el juego, cabe mencionar algunas reglas básicas. Una de las principales es que se juega por bazas, sinónimos de turnos, y en el que cada uno tiene que lanzar un naipe. El sentido tiene que ser contrario a las agujas del reloj y siempre debe haber un palo de triunfo que marque el objetivo de la ronda.
La partida se inicia eligiendo a suertes quién será el que empiece jugando la primera baza. A partir de entonces, arrancarán las siguientes rondas aquellos que se hagan con la victoria. Como hemos comentado, en la modalidad de dos jugadores se reparten siete u ocho cartas, mientras que en la de tres o cuatro, se hace lo propio con todas. La última carta de la baraja es quien indica el palo de triunfo o pinta.
En cada turno, los participantes deben lanzar una carta contemplando estas cuatro posibilidades:
- Montar y asistir: Asistir se entiende como echar una carta del mismo palo, mientras que montar es hacerlo también jugando un valor más alto.
- Asistir: En el caso de no poder montar, se tiene que lanzar una del mismo palo, pero de menor valor.
- Fallar: Si no se tiene del mismo palo, se debe lanzar una figura superior al valor que hay en la mesa.
- Libre: Como última opción, se lanza cualquier naipe, algo que conoce como juego libre.
El jugador que haya jugado el palo de triunfo y haya obtenido el mayor valor es el ganador de la mano y recibe los puntos correspondientes de todas las cartas que se han jugado en ella. Si, por el contrario, no se ha jugado ningún triunfo, gana la carta de valor más alto.
Cantes
Después de la primera baza o mano hay lo que se conoce como cantes, jugadas especiales dependiendo de las combinaciones que se tengan. Los tres cantes son:
- Canta las 40, cuando se consigue tener en mano un caballo y rey del palo de triunfo: otorga 40 puntos al final
- Canta 20, cuando se consigue en mano un caballo y rey de otro palo: otorga 20 puntos al final
- Se canta tute, con cuatro reyes o cuatro caballos en mano: dependiendo de la región, se ganan dos juegos o directamente toda la partida
Cambio del palo de triunfo (2 jugadores)
En la variante de dos jugadores se permite intercambiar el palo de triunfo siempre que se haya ganado la mano anterior y se den una de estas dos circunstancias: que el triunfo tenga un valor de as, tres, rey, caballo o sota y se disponga de un 7 o que el triunfo no tenga valor y se disponga de un 2. Entonces, sí se puede realizar el cambio.
Como particularidad, en la variante de dos jugadores se permite intercambiar el palo de triunfo siempre que se haya ganado la mano anterior y se den una de estas dos circunstancias: que el triunfo tenga un valor de as, tres, rey, caballo o sota y se disponga de un 7 o que el triunfo no tenga valor y se disponga de un 2. Entonces, sí se puede realizar el cambio.
De cara a la puntuación final, el Tute premia el jugador o pareja que gane la última mano con 10 puntos adicionales. En total se reparten 120 puntos, más los últimos diez, así que puede haber un empate. Entonces, hay dos formas de deshacer la igualada: una de ellas es premiar el que más juegos ha ganado, mientras que la alternativa es otorgarle la victoria al que haya conseguido hacerse con la última baza.
En el caso de haberse decidido por la popular modalidad entre parejas, las puntuaciones de ambos participantes se suman y juegan como un único equipo. Al mismo tiempo, cabe comentar que está prohibido hacerse señas o dar pistas al compañero, así pues, el juego es plenamente individual y después se ponen en común los resultados y las puntuaciones conseguidas.
Algo que hace único el juego del Tute es que los participantes tienen la obligación de ganar cada una de las bazas, pues no se contempla que se reserven cartas para más adelante. Si bien los naipes privados no pueden ser observados por el resto de los contrincantes, tarde o temprano tardarán saliendo en la mesa. Si se descubre que no se ha cumplido con la obligación, se le acusa de renuncia y pierde la partida.
Como se puede observar, este juego cuenta con unas normas muy marcadas y que restringen mucho la actividad de los jugadores. Esto hace que la suerte tenga un peso fundamental para el desarrollo de la partida, pero sin desatender la habilidad para jugar en cada momento los naipes que mejor encajen según el palo de triunfo. Además, cuenta con un alto componente social, habitual a darse en parejas, y su éxito ha sido tal que se ha convertido, junto al mus, con el referente de la baraja española en nuestro país.