Crupier: cómo se logra y cuáles son sus funciones
¿Quién soy? Pues según mi pasaporte, soy Héctor Núñez y según lo vivido, soy periodista y marketero.
El crupier es una figura fundamental en muchos de los juegos de casino, como el blackjack o la ruleta, y tiene la responsabilidad de hacer que la sesión avance como es debido, algo que es la suma de diferentes tareas que a continuación repasaremos en este artículo. El origen del nombre proviene del francés ‘croupe’, traducido como grupa y que es la parte trasera de un caballo, pues su función en los primeros años de existencia era aconsejar al jugador sobre qué acciones llevar a cabo. En la actualidad, su actividad es bastante diferente.
¿Qué es un crupier y qué hace?
También conocido como repartidor o tallador, es un empleado del casino y el encargado de garantizar la buena práctica de los diferentes juegos de mesa. Para ello, tiene que dirigir la partida, como se ve en la ruleta, donde lanza la pequeña bola a girar en el mecanismo circular y anuncia el número ganador; o en el blackjack de Codere, donde reparte las cartas y juega las manos contra los usuarios de la mesa. Al mismo tiempo, se puede ver en el póker, el baccarat, el bingo o los dados.
No menos importante, el crupier tiene una función clave en la gestión de las apuestas, asegurando que los jugadores están colocando las fichas donde contempla la normativa, pero a su vez es el responsable de realizar los pagos, según el resultado que se haya obtenido, y controlar las fichas de la mesa. Así pues, realiza tareas de supervisor, donde asegura que nadie infringe la normativa haciendo trampa y debe garantizar que hay un ambiente justo y seguro en todo momento.
En otro aspecto en el que su papel es altamente relevante es en la comunicación con el jugador, pues es el encargado de dotar de ritmo la sesión, encontrando un punto de equilibrio entre la rapidez y lentitud y hacer que todos los integrantes de la mesa se sientan partícipes de la partida. Y es que, en muchas ocasiones, realiza funciones propias de la atención al cliente, respondiendo dudas sobre el desarrollo de la partida, sin entrar a asesorar ni sugerir en ningún caso qué acciones llevar a cabo.
¿Cómo se logra ser crupier?
En los tiempos actuales existen centros de formación especializados para ser crupier, pero para llevar a cabo esta profesión se requiere de un conjunto de habilidades y experiencia. Para empezar, hay muchas escuelas orientadas a este trabajo, donde se enseña la parte más teórica, como las reglas o las técnicas para gestionar bien las fichas. Aunque no suelen ser cursos de muchos meses, pues es habitual que duren algunas semanas, se explican todos los juegos, además de dar nociones básicas sobre atención al cliente o cálculo matemático.
Cabe mencionar que en España encontramos estudios de este tipo en ciudades como Valencia y Madrid, pero a nivel internacional las más prestigiosas están ubicadas en Las Vegas, en los Estados Unidos; el Reino Unido e Irlanda. No obstante, podemos encontrar formaciones organizadas por los propios casinos, donde estos serán los principales encargados de formar a los empleados; o el aprendizaje online, siendo suficiente la conexión a internet para conocer la teoría y la práctica de actividades tan diversas como el blackjack, la ruleta de Codere o el póker.
Más allá de los estudios, es importante que aquellos que quieren convertirse en crupieres tengan una cierta experiencia antes de entrar a formar parte del mundo laboral. Esto se puede lograr realizando prácticas o pequeñas tareas en salones con poca afluencia de público antes de tratar de dar el salto a grandes establecimientos y también practicar en simuladores para irse familiarizando poco a poco con todas aquellas tareas que uno debe realizar. Por suerte, en la actualidad, no es tan complicado como antes encontrar en la red sitios donde iniciarse.
Requisitos para ser crupier
El juego ha ido evolucionando, pasando de los casinos físicos al campo online, como se puede ver en Codere, pero hay una serie de requisitos que el crupier debe tener, ya esté en frente de los jugadores en un mismo salón o a través de la pantalla. Uno de ellos es la agilidad mental y de reflejos, pues se deben tomar decisiones en pocos segundos sin perder de vista en absoluto las reglas de los diferentes juegos. Y es que uno de los puntos clave es la habilidad matemática, sobre todo en el momento de repartir los pagos de las apuestas.
Los crupieres siempre han ido vinculados a la elegancia y es habitual verlos en traje, por lo que una buena presencia y profesionalidad es fundamental. Más allá de ser hábil en el manejo de las fichas y de las cartas, se tiene que mostrar uno siempre imparcial y sereno, sin perder la calma en ninguna ocasión pese a las situaciones que se pueden dar. Al mismo tiempo, se ha de controlar con todo detalle lo que hay sobre la mesa, para así detectar posibles errores o malas prácticas y garantizar que la partida se está llevando a cabo de una forma justa.
Otro de los requisitos, no por ser el último menos importante, es tener una buena comunicación, algo que se conoce como don de gentes. Y es que el repartidor tiene que ser capaz de dar indicaciones de forma clara, muchas veces en diferentes idiomas, siendo didáctico y con un tono equilibrado entre la distensión y la profesionalidad. De este modo, afrontar una partida con una actitud óptima ayudará a conducir de mejor manera las diferentes acciones y ofrecer una atención de calidad.
Salarios y horarios de trabajo
En cuanto a las condiciones laborales de los crupieres, estas pueden variar según la compañía. Normalmente, un principiante puede tener un sueldo aproximado de entre 15.000 y 20.000 euros al año hasta el más experimentado, que puede alcanzar la cifra de los 60.000 anuales. A esto cabe sumarle las propinas que contemplan algunos sitios y que pueden llegar a ser incluso superiores al salario.
De media, los repartidores trabajan unas ocho horas diarias y es habitual que lo hagan en festivos y fines de semana, que es cuando pueden acudir más jugadores. Como particularidad, los turnos de 40 horas se suelen repartir entre tarde o noche: de las 14:00 a las 22:00 y de las 22:00 a las 6:00. Y es que algunos salones, sobre todo aquellos que realizan su actividad de casino online, pueden estar abiertos todo el día.
Los pros y las contras de la vida del crupier
Como en cualquier profesión, ser crupier tiene ventajas y desventajas. De las primeras, cabe mencionar que si se desarrolla una buena carrera, hay opción de tener salarios altos con el sueldo base más las propinas. Además, a día de hoy es posible trabajar en vivo en un plató y no siempre en casinos físicos. Pero, por lo general, es un trabajo que tiene lugar en un ambiente festivo muy activo y abre las puertas a la movilidad internacional, pues es habitual viajar y trabajar en diferentes países si se desea.
Por el otro lado, cabe mencionar que es normal trabajar de noche y en días festivos, pues aunque hay turnos rotativos, es donde se registran los mayores picos de trabajo. Esto puede terminar causando fatiga, junto con la presión de tener la responsabilidad de la mesa y los focos encima de uno. En último lugar, hay cierto riesgo de caer en la monotonía, pues las tareas se van repitiendo durante la jornada. Aun así, cada turno será diferente al anterior y se tiene que lidiar con todo tipo de clientes.