Luis de la Fuente gana con españa la eurocopa 2023

Luis de la Fuente, del anonimato al campeonato

Picture of Hector Nuñez
Hector Nuñez

¿Quién soy? Pues según mi pasaporte, soy Héctor Núñez y según lo vivido, soy periodista y marketero.

Facebook
Twitter

España se alzó con la Eurocopa 2024 contra todo pronóstico. ‘La Roja’ siempre está entre las grandes selecciones del Viejo Continente, pero la mayoría daba a Inglaterra, Francia o Alemania por delante de la Selección Española como favoritas al título. Sin embargo, la irrupción de Lamine Yamal y Nico Williams, entre otros, ha llevado al éxito a un equipo que ha estado perfectamente dirigido por Luis de la Fuente, un seleccionador que llegó entre dudas y sin ser demasiado conocido y que ha tocado plata por segunda vez.

Su nombramiento

Luis de la Fuente llevaba desde 2013 en las categorías inferiores de la Selección. Ocupó el banquillo de la Sub 19 entre 2013 y 2018, cuando dio el salto a la Sub 21. Estuvo hasta 2022 con ‘la Rojita’. Antes de llegar a la Real Federación Española de Fútbol, el natural de Haro había entrenador al Portugalete en la División de Honor de Bizkaia, al Aurrerá de Vitoria en Segunda B, a Sevilla y Athletic en juveniles y, de nuevo en la categoría de bronce, al filial del Athletic y al Deportivo Alavés.

Su llegada a la Selección Absoluta se produjo después del Mundial de Catar. Luis Enrique no fue renovado tras un mal papel de España, que fue apeada en octavos de final por Marruecos en la tanda de penaltis. El intento de una mayor verticalización del juego fracasó en ese encuentro, con más de 1.000 pases por parte de ‘la Roja’, pero sin apenas crearle peligro a la que se consagraría como la revelación de la Copa del Mundo.

Dudas deportivas y extradeportivas

Su llegada al banquillo de la Selección supuso una cascada de críticas. Primero, llegaron las deportivas. De la Fuente apenas tenía experiencia en cuanto al primer nivel se refiere. Pese a ganar un Europeo Sub 19, unos Juegos Mediterráneos, un Europeo Sub 21 y una plata en los Juegos de Tokio, con ‘la Rojita’ y con la Olímpica no se vio un juego mucho más vertical. De hecho, el estilo era muy parecido a esa excesiva posesión sin apenas colmillo ni velocidad en la zona ofensiva que se le criticó a sus antecesores.

Por si fuera poco, también tuvo que lidiar con asuntos extradeportivos. La Real Federación Española de Fútbol estaba en el punto de mira tras el polémico beso de Luis Rubiales, por entonces presidente, a Jenni Hermoso. El seleccionador fue muy criticado por levantarse y aplaudir los continuos “No voy a dimitir” del granadino en una rueda de prensa. Pero Luis de la Fuente se arrepintió solo unas horas después y pidió perdón por su apoyo al hombre que le colocó en el cargo. Rubiales cayó, pero el técnico siguió.

Debutó con victoria ante Noruega en la fase de clasificación para la Eurocopa (3-0), pero la derrota en Escocia (2-0) aumentó las dudas. Sin embargo, estas desaparecieron con la conquista de la Liga de Naciones. Luis Enrique había metido al equipo en una ‘Final Four’ que acabó ganando la España de De la Fuente. Se impuso a Italia en las semifinales (2-1) y a Croacia en la final, después de un 0-0 que se resolvió en penaltis (4-5) para darle el título a ‘la Roja’.

Las buenas sensaciones aumentaron a ritmo de goles en el resto de la clasificación a la Euro. 7 le hizo España a Georgia y 6 a Chipre antes de vengarse de los escoceses con un triunfo por 2-0. Noruega (0-1), Chipre (1-3) y Georgia (3-1) fueron los partidos restantes.

Convocatoria y pinceladas en amistosos

De la Fuente, poco a poco, ganaba crédito en el césped. Pero una convocatoria para un gran torneo siempre supone un debate sobre las ausencias destacadas o las presencias controvertidas. En su caso, para el torneo que acabaría ganando en Alemania, dejó fuera a Pau Cubarsí, una de las sensaciones de la Liga Española, y se llevó a Aymeric Laporte, criticado por jugar en Arabia Saudí, o a Marc Cucurella. El resultado de ambos jugadores en la Eurocopa no necesita ni explicación: fueron claves en el éxito colectivo.

De la Fuente empezó a probar su once en los amistosos ante Andorra e Irlanda del Norte. Ya lo hizo unos meses antes en la derrota por 0-1 ante Colombia y en el empate (3-3) frente a Brasil. Pero la cercanía del torneo le daba a los partidos de preparación frente a dos rivales de mucha menor entidad más relevancia. Ante los del Principado, Pedri y Morata se colaron en un once lleno de ‘suplentes’, donde estaba un Grimaldo que llegaba de un gran año en Leverkusen y que acabó siendo arrasado por el despegue de Cucurella.

Tras el 5-0, llegó otra ‘manita’ ante Irlanda del Norte, aunque tuvieron que remontar los españoles el tanto inicial de Ballard. De aquella alineación, Jesús Navas y Nacho fueron los únicos titulares que no se correspondieron al equipo de gala posterior en el torneo en Alemania. Laporte estaba lesionado y Carvajal entró en la segunda parte. Fabián y Cucurella le costaron críticas al seleccionador, al que le pedían a Mikel Merino y Grimaldo como parte de la alineación de cabecera.

Excelencia para volver a celebrar

En la fase de grupos, España tardó muy poco en pasar del segundo escalón de candidatas a ser la máxima favorita. El 3-0 a Croacia disipó las primeras dudas en cuanto a puntería y colmillo, mientras que el 1-0 a Italia reforzó la sensación de verticalidad, llegadas, ocasiones y un dominio sobresaliente. Con todo decidido, los suplentes redondearon el pleno con una victoria por la mínima ante Albania para cerrar la primera ronda. Había unanimidad: ninguna selección jugaba como esta. Y los nuevos pronósticos se acabaron cumpliendo.

Contra Georgia, surgieron los primeros miedos en el torneo, pero los contragolpes no hicieron temblar demasiado a un equipo que remontó y goleó (4-1). El plan de De la Fuente, al que muchos querían ver también en situaciones adversas, también funcionaba con goles en contra. Ya en cuartos, el entrenador cometió, quizás, sus únicos errores quitando a Yamal y Nico, las grandes armas de la Selección, ante Alemania. España iba ganando, pero Wirtz empató y tuvo que ir a la prórroga sin sus mejores jugadores.

Mikel Merino, en el 119’, hizo que nada de eso importase. En la rueda de prensa posterior, De la Fuente aseguró que volvería a hacer los mismos cambios. Pero, realmente, fue consciente de su error y no volvió a caer en ellos en los siguientes cruces. Frente a Francia, España remontó el gol de Kolo Muani y siguió demostrando el sello vertical y de un dominio más alegre que había logrado imponer De la Fuente.

El natural de Haro acabó levantando y celebrando el título en la final ante Inglaterra con goles gracias a sus primeras espadas (marcó Nico a pase de Lamine) y de uno de sus jugadores fetiche. Oyarzabal, sin ser titular, siempre fue del gusto del míster, que hasta en eso dio con la tecla. Ahora, con la medalla colgada, parece que sí cuenta con todo el crédito para soñar, por qué no, con algo más grande: el Mundial de 2026.

Sigue todas las noticias de los juegos olímpicos de París 2024 en tu blog de confianza y vive la experiencia con las Apuestas en línea Codere.

Facebook
Twitter