Oblak y La Muralla Atlética
Por Álvaro Benito López – Brea – Periodista deportivo y colaborador en Mister Underdog
En España presumimos de ser el país más rico del mundo, el más sabrosón, el más disfrutón. Si eso lo extrapolamos al fútbol, la meca la forman ahora los porteros. Raro es el equipo de La Liga que tiene a un cancerbero flojo.
En MisterUnderdog34 analizaron cómo está la pelea por el Guante de Oro en estos momentos. Aquí entran en juego muchos factores: talento individual, concentración, momento de forma y sistema defensivo. Y luego, faltaría más, están los números. A Jan Oblak solo le han marcado cinco goles, una miseria. Aquí se junta todo: un portero descomunal, un gran estado de forma, su equipo pasando por un buen momento y un sistema defensivo alimentado durante años. Si un marciano apareciera ahora mismo defendiendo la portería del Atlético durante unos partidos quizás no se notase tanto porque llevan casi una década igual, haciendo de la defensa un arte. Primero, con Godín y Miranda, más recientemente, con Giménez y Savic. Mas los laterales, los centrocampostas, todos. Ahí echan una mano todos.
Dicho esto, Oblak no es el portero por el que pagaría una entrada. Tiene la precisión de un reloj suizo, es una máquina, raramente falla y está en el mejor equipo posible para recibir pocos goles. Además, tiene las condiciones perfectas para un arquero del siglo XXI: alto, gran envergadura y bien por abajo. Lo tiene todo, pero le falta pasión. Es frío, no destaca por su carácter y a veces parece que no le corre sangre por las venas. Cierto es que a un portero se le paga para que no encaje goles, pero a veces desearía ver en esa portería a un humano y no a una máquina.
En ese sentido, Thibaut Courtois está haciendo una temporada más meritoria. No entra en el Top5 de porteros con menos goles recibidos en este curso (con un mínimo de 10 encuentros) pero la sensación que da es que está siendo más exigido que Oblak. El Madrid es más vulnerable atrás y necesita que su portero aparezca más. No lo hizo nada más llegar, cuando se le fichó, pero lleva un año notable. Mas allá de algunos fallos gruesos pero puntuales, está siendo clave en que al Madrid se le haya puesto de cara una temporada sobre la que aparecían nubarrones considerables.
En el listado no aparece obviamente Ter Stegen, la temporada del Barça hace mella, pero sí Alex Remiro, un portero que me encanta y que está teniendo un bajo registro de goles encajados en la Real Sociedad. De hecho, Remiro es un ejemplo perfecto de la buena salud por la que atraviesa La Liga en lo que a guardametas se refiere. Pocos clubes, como decía antes, tienen su punto débil en la portería. La temporada de Edgar Badía en el Elche es excelente, qué decir de Fernando Pacheco en el Alavés o de Marko Dimitrovic en el Eibar.
Con este panorama, bien haría Luis Enrique en pensarse bien la decisión de colocar a Unai Simón como portero de la selección. Desde que el seleccionador le otorgó galones al portero del Athletic, falla más que una escopeta de feria. Los nervios. Y la sensación de que en La Liga hay grandes porteros pero con la Roja nadie ha ocupado el inmenso vacío que dejó Iker Casillas.